Portada  |  24 marzo 2017

Campaña de concientización sobre las colillas de cigarrillo: riesgo ambiental y "falta de buenos modales"

El presidente de Ecohouse, Maximo Mazzocco afirmó que hicieron "un relevamiento sobre la cantidad de restos de cigarrillos que se arrojan" y advirtió "sobre el grave problema que representa a nivel ambiental, y que evidencia la falta de educación y buenos modales".

Actualidad

Una asociación civil que promueve la educación ambiental a través de talleres y capacitación en escuelas, empresas e instituciones comenzó el jueves su campaña #OjoConLaColilla, en la esquina de las avenidas Santa Fe y Callao de la Ciudad de Buenos Aires, para advertir sobre el peligro de contaminación que implica el simple hecho cotidiano de arrojar una colilla de cigarrillo al piso.

El ambientalista contó que la próxima semana estarán "educando" en una esquina del microcentro, en la avenida Córdoba y Florida, y que el año próximo volverán a revisar los mismos puntos de la ciudad de Buenos Aires para ver si esas conductas mejoraron.

En la esquina de Santa Fe y Callao integrantes de Ecohouse realizan encuestas, responden consultas, concientizan a los fumadores y a quienes se quieran sumar a la iniciativa y decir "basta" los fotografían junto al cartel con la consigna #OjoConLaColilla y suben la imagen a las redes sociales con ese hashtag.

El titular de Ecohouse dijo que en la misma esquina el jueves 1 de enero, en pleno verano, detectaron desde las 18.15 a las 18.45 que más 25 personas arrojaron una colilla a la calle (casi una por minuto, en una sola esquina), y a las 19 contabilizaron más de 70, lo que implica más de una por hora.

El 9 de marzo desde las 14 revisaron siete cuadras de la avenida Santa Fé, entre Callao y 9 de Julio, donde contaron más de 1.500 colillas, mientras que en el barrio de Belgrano, en las avenidas Juramento y Cabildo, el 7 de febrero encontraron 100 en sólo media hora, de 18 a 18.30.

El 24 de enero último, entre las 19 y las 19.30 hallaron más de 150 colillas en el microcentro porteño, en la avenida Córdoba y Florida.

Según los datos de Ecohouse, se calcula que anualmente en el mundo se tiran al piso 4.500 millones de colillas, hechas de materiales que no son biodegradables como el acetato de celulosa, que demora entre 18 meses y 10 años en descomponerse.

Además, especialistas de la asociación aseguraron a Télam que los restos de cigarrillos poseen sustancias muy tóxicas: amoníaco, cianuro, mercurio, plomo, alquitrán y nicotina, entre otras. Además, se considera que las colillas son el principal residuo que contamina las playas a nivel mundial.

Comentarios